Vol. 8 Núm. 4. Octubre 2024. Microbiota en el ser humano: Clave de la terapia en cáncer

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MICROBIOTA EN EL SER HUMANO: CLAVE DE LA TERAPIA EN CÁNCER

THE MICROBIOTA IN HUMANS IS A KEY TO CANCER THERAPY

Vol. 8 Núm. 4. Agosto 2024 - Octubre 2024.

ISSN: 2530-5468
DOI: 10.5281/zenodo.13942142

Sanum. vol. 8, número 4 (2024) páginas 102 – 113

AUTOR:

Marco Antonio Medina Ortega– Especialista en Cirugía General, Universidad del Cauca. Colombia. Profesor de la cátedra cuidados generales y Gastrointestinales en el paciente pos operatorio. https://orcid.org/0000-0002-5047-5229

 

Tipo de artículo: Artículo de Revisión.

Sección: Medicina. Oncología.

 

Fecha recepción: 14-05-2024

Fecha aceptación: 15-07-2024

 

RESUMEN

Han surgido en el campo de las ciencias médicas informes recientes sobre el microbioma que conduce al cáncer o está asociado. Recientemente se ha estudiado ampliamente la influencia del microbiota del huésped sobre la susceptibilidad al cáncer. Se ha identificado que ciertos residentes del microbioma humano pueden desempeñar un papel, incluidos: Helicobacter pylori, Fusobacterium nucleatum, Escherichia coli, Bacteroides fragilis y Porphyromonas gingivalis. Está claro que tenemos un largo camino por recorrer para comprender todas las complejidades del microbiota y los efectos de las bacterias probióticas para la salud. Los estudios de microbiota en cáncer aún se encuentran en una etapa temprana. Comprender el papel de las comunidades microbianas asociadas al huésped en los sistemas cancerosos requerirá un enfoque multidisciplinario que combine ecología microbiana, inmunología, biología de células cancerosas y biología computacional.

PALABRAS CLAVE:

Microbiota;

Cáncer;

Probióticos;

Neoplasias de Colon;

Lactobacillus acidophilus.

ABSTRACT:

Recent reports regarding the microbiome leading to or associated with cancer have emerged in the field of medical sciences. The influence of the host microbiota on cancer susceptibility has recently been widely studied. Certain residents of the human microbiome have been identified as potentially playing a role, including: Helicobacter pylori, Fusobacterium nucleatum, Escherichia coli, Bacteroides fragilis and Porphyromonas gingivalis. It is clear that we have a long way to go to understand all the complexities of the microbiota and the health effects of probiotic bacteria. Microbiota studies in cancer are still in an early stage. Understanding the role of host-associated microbial communities in cancer systems will require a multidisciplinary approach combining microbial ecology, immunology, cancer cell biology, and computational biology.

KEYWORDS:

Microbiota;

Neoplasms;

Probiotics;

Colon Neoplasms;

Lactobacillus acidophilus.

INTRODUCCIÓN:

La microbiota en el ser humano es el conjunto de bacterias y otros microorganismos que habitan en las superficies de barrera epiteliales del cuerpo (1,2). Sin embargo, las interacciones gen-ambiente subyacen a la susceptibilidad y progresión del cáncer (3,4).

El cuerpo humano está expuesto y afectado por microambientes compuestos por diversos microorganismos durante mucho tiempo, como el microambiente compuesto por el ecosistema entre probióticos y prebióticos a nivel intestinal. Aunque quedan muchos desafíos por ahora (1,5), no se puede subestimar la gran importancia y todo el potencial de la microbiota intestinal para el desarrollo de estrategias individualizadas contra el cáncer, y es necesario explorar un enfoque holístico que incorpore la terapia de modulación microbiana en el cáncer (6).

Lederberg en 2001 acuñó el término “microbioma”, que pretendía incluir el genoma colectivo de los microbios residentes asociados con cualquier hábitat en el cuerpo humano, y la definición de microbioma sano y disbiótico se basó en definir las características de estos microbios residentes (3,4).

Recientemente se ha reavivado el interés por los ácidos grasos de cadena corta con la aparición de prebióticos y probióticos destinados a mejorar la salud sistémica y del colon (1,7). Los carbohidratos de la dieta, específicamente los almidones resistentes y la fibra dietética, son sustratos para la fermentación que producen ácidos grasos de cadena corta, principalmente acetato, propionato y butirato, como productos finales (8,9).

El butirato es la principal fuente de energía para los colonocitos. El propionato es absorbido en gran parte por el hígado (8). El acetato ingresa a la circulación periférica para ser metabolizado por los tejidos periféricos (8,10). Todo este conjunto de sustrato de los ácidos grasos de cadena corta participan en la regulación del colon (10).

La tasa y cantidad de producción de ácidos grasos de cadena corta depende de la especie y la cantidad de microorganismos que participen en el colon, la fuente de sustrato y el tiempo de tránsito intestinal (8). La microbiota intacta es capaz de regular el microambiente del tumor mediante la modulación de las células mieloides infiltrantes del tumor y es necesario explorar un enfoque holístico que incorpore la terapia de modulación microbiana en el cáncer (6,11).

Puntos de aprendizaje:

  1. El sistema inmunológico puede cambiar la microbiota intestinal.
  2. La microbiota puede inducir la carcinogénesis mediante varios mecanismos. También afecta la progresión del tumor. Por tanto, la modulación de la microbiota puede ayudar en la prevención y el tratamiento del cáncer.
  3. El microbioma intestinal también se ha implicado en otros cánceres gastrointestinales, incluidos el cáncer de hígado y el cáncer de vesícula biliar. Se ha demostrado que los ácidos biliares producidos por los microbios intestinales disminuyen la inmunovigilancia, y el tratamiento con antibióticos en modelos de cáncer de hígado en ratones puede inhibir el crecimiento del tumor hepático.
  4. Muchas propiedades hacen que las bacterias sean adecuadas para el tratamiento del cáncer: su forma única de motilidad les permite penetrar fácilmente en los tumores; prosperan en los entornos hipóxicos e inmunodeficientes de los tumores; y pueden agotar el microambiente tumoral de los nutrientes necesarios para la supervivencia de las células cancerosas.

MÉTODOS:

Se ha realizado una revisión bibliografía a partir de datos y referencias bibliografías con investigación reproducible. Referenciando un total de 76 referencias de alta calidad. La estrategia de búsqueda fue a partir de las palabras clave- términos MeSH. Se detalla la relación entre inflamación y tumor. Enumeramos las bases de datos y motores de búsqueda que acudimos a la hora de realizar el presente documento: Scielo, NEJM, Elsevier, Pubmed, Redalyc, Wiley, Springer, ScienceDirect, BVS, Nature Riviews, EBSCO, Naxos (bases de datos ofrecidas por la Pontificia Universidad Javeriana de Cali). Para el manejo y organización de la información se utilizó el programa de libre acceso Mendeley.

RESULTADOS:

Reconocer que se ha visto como resultado, la microbiota intestinal participa principalmente en el suministro de energía a partir de sustancias alimentarias no digeridas y, por lo tanto, los componentes de la dieta son un factor importante que decide la composición de la microbiota.

En determinadas situaciones, estos productos metabólicos mediados por la microbiota tienen la capacidad de influir en la carcinogenicidad y estos efectos van desde la activación y síntesis de carcinógenos hasta la eliminación de carcinógenos.

¿La microbiota comensal protege la mucosa?

La carga bacteriana aproximada en el intestino humano (2 × 10 11 células bacterianas por gramo de heces) y el número de especies (~100) se describieron inicialmente mediante técnicas basadas en cultivos, con Bacteroides, Eubacterium, Clostridium y Ruminococcus, como los géneros predominantes (12,13).

El microbiota está compuesta por bacterias comensales y otros microorganismos que viven sobre las barreras epiteliales del huésped (1,5). Afecta las funciones fisiológicas, en particular el metabolismo, las funciones neurológicas y cognitivas, la hematopoyesis, la inflamación y la inmunidad (1,6).

Hay evidencia en la microbiota comensal protege la mucosa de la inflamación al disminuir la permeabilidad intestinal, aumentar los mecanismos de defensa epiteliales y promover una respuesta inmune adquirida inmunorreguladora (14).

La abundancia relativa de ciertos microbios intestinales fue significativamente diferente en pacientes con cáncer de pulmón, colon, vejiga en comparación con los controles(15,16). Estos estudios sugieren que la microbiota intestinal puede estar asociada con el cáncer a través de determinadas vías(15–17).

Al mismo tiempo, en comparación con el entorno externo al que estamos expuestos, el conjunto de probióticos intestinales es relativa, del mismo modo que algunas medidas de diagnóstico, intervención y tratamiento del cáncer dirigidas al equilibrio en la microbiota intestinal han logrado ciertos resultados clínicos (18,19).

Es claro y resaltado en las investigaciones que la microbiota intestinal afecta el desarrollo y el tratamiento del cáncer a través de algunas formas, como la regulación del metabolismo, la inflamación y la respuesta inmune (20,21). De acuerdo con los avances actuales de la investigación, se infiere que la investigación sobre la microbiota intestinal puede ser un camino eficaz para la medicina de precisión y personalizada para el cáncer de pulmón, vejiga y colon (22,23).

¿La diversidad del microbioma se correlaciona mejor con los estados de salud?

Existe evidencia de que los metabolitos producidos por bacterias pueden interactuar directamente con las células epiteliales intestinales para mejorar la integridad de la mucosa. Además, las bacterias comensales pueden competir con especies proinflamatorias para disminuir el acceso a la mucosa (14).

La diversidad del microbioma se correlaciona mejor con los estados de salud y un microbioma muy diverso es más estable y resiliente (capacidad de volver al estado homeostático en respuesta a influencias externas) a las perturbaciones, lo que caracteriza aún más al microbioma saludable, un estado ecológico que permanece temporalmente constante incluso después de ser perturbado por factores conocidos y desconocidos (24,25).

Los probióticos de tipo comensal es importante para la salud y supervivencia del organismo. La microbiota comensal es importante para la salud y supervivencia del organismo (1,6,26). El análisis a gran escala basado en ARNr 16S de la flora mucosa y fecal reveló secuencias novedosas pertenecientes a arqueas (Methanobrevibacter Smithii) y filotipos bacterianos (Firmicutes, Bacteriodetes, Proteobacteria, Actinobacteria, Fusobacteria y Verrucomicrobia en orden decreciente de abundancia) (27).

Por lo tanto, cuando se usa junto con un componente anticancerígeno, la microbiota intacta puede mejorar la respuesta a la quimioterapia o la inmunoterapia (1,5). Contribuye a la regulación del sistema inmunológico, la digestión de los alimentos, la producción de vitaminas como B12 y K, la metabolización de materiales xenobióticos y muchas otras tareas (5).

¿Los microbios pueden facilitar el inicio y la progresión de varios tipos de cáncer?

Las influencias de los microbios intestinales/tumorales en el desarrollo y tratamiento del cáncer, favorables o perjudiciales (1,5), ya se han demostrado en experimentos masivos con ratones. Sobre todo, la evidencia disponible de experimentos con animales ha demostrado que los microbios pueden facilitar el inicio y la progresión de varios tipos de cáncer, incluido el cáncer gástrico (1,2).

Cuatro de estos agentes, Helicobacter pylori, el virus del papiloma humano (VPH) de alto riesgo, el virus de la hepatitis B y el virus de la hepatitis C representan el 90 % de los casos de cáncer infeccioso en todo el mundo (28). En un huésped genéticamente susceptible, se cree que los desequilibrios en las interacciones microbiota-inmunidad en contextos ambientales definidos contribuyen a la patogenia de una multitud de trastornos inmunomediados (29,30).

La gran mayoría de estos microbios se encuentran en el intestino, con Bacteroides, Firmicutes, Actinobacteria y Proteobacteria phyla que representan las cuatro principales poblaciones bacterianas en la microbiota gastrointestinal humana (1,6).

El microbioma humano es un elemento intrínseco en el mantenimiento de la salud durante toda la vida y de la homeostasis del sistema inmunitario (29). La interacción entre la microbiota comensal y el desarrollo y la función del sistema inmunitario de los mamíferos incluye múltiples interacciones en la homeostasis y la enfermedad (7,31).

El microbioma desempeña funciones críticas en el entrenamiento y desarrollo de los principales componentes del sistema inmunitario innato y adaptativo del huésped, mientras que el sistema inmunitario organiza el mantenimiento de las características clave de la simbiosis huésped-microbio (29).

Estudios recientes también han sugerido el papel de las toxinas y metabolitos de genes virulentos bacterianos, que pueden desregular severamente los procesos celulares esenciales o facilitar la capacidad de las proteínas para invadir y adherirse a varios tejidos de órganos que conducen a la aparición y progresión del cáncer (1,6).

Los cambios en el metabolismo celular pueden promover la transformación de las células tumorales y, una vez que se generan, también reprogramarán sus vías de adquisición de nutrientes y metabolismo para satisfacer sus propias necesidades de bioenergía, biosíntesis y redox (32). más de lo siguiente: absorción desregulada de glucosa y aminoácidos, uso de patrones oportunistas de adquisición de nutrientes, uso de la producción de Fosfato de dinucleótido de nicotinamida y adenina (NADPH), aumento de los requisitos de nitrógeno, regulación genética impulsada metabólicamente (32,33). Estas vías metabólicas reprogramadas ahora se consideran como una de las características emergentes del cáncer (32).

Las primeras etapas de muchos cánceres digestivos, las alteraciones a nivel celular en el tracto alimentario a menudo se manifiestan como disbiosis intestinal, seguida de los efectos pro-carcinogénicos de varias moléculas oncogénicas secretadas por bacterias (34,35). Más importante aún, en los últimos años se han encontrado diversos mecanismos moleculares por los cuales los microbios patógenos contribuyen al tumor génesis (1,26).

El aumento en la abundancia de patógenos oportunistas (por ejemplo: Veillonella y Parvimonas) concomitante con la disminución de probióticos putativos (por ejemplo: Bifidobacterium) se observó a lo largo de las etapas de progresión de la enfermedad, como lo revelan los correspondientes cambios ecológicos y funcionales en la comunidad bacteriana (24,25).

Por lo tanto, esta revisión es un intento de detallar varios aspectos del microbioma intestinal humano, con énfasis en sus determinantes en un estado saludable y no saludable. Vamos a referenciar las infecciones que se relacionan con la alteración bacteriana y los cambios del microbiota que permite proliferar respuestas oncológicas.

Cualquier cambio en la composición microbiana puede tener un efecto adverso en el huésped humano y puede influir en la aparición de diversas afecciones, incluido el cáncer. Los efectos generalizados de un antibiótico en la microbiota intestinal humana, según lo revelado por la secuenciación profunda del ARNr 16S describe claramente que los antibióticos pueden interrumpir estas interacciones evolucionadas, lo que lleva a enfermedades agudas o crónicas en algunas personas (36,37).

Nuestra comprensión de la alteración de la microbiota asociado con los antibióticos se ha visto limitada por la poca sensibilidad, la resolución inadecuada y el costo significativo de los métodos de investigación actuales (36).

¿La mayoría de las enfermedades muestran alteraciones en el microbioma?

La mayoría de las enfermedades muestran alteraciones en el microbioma y los cambios consistentes asociados con la enfermedad difieren en su extensión y dirección. La disbiosis asociada con el cáncer colorrectal generalmente se caracteriza por una mayor prevalencia de Fusobacterium, Porphyromonas, patógeno conocido o asociado a patógenos. En particular, cinco géneros de Ruminococcacaea y Lachnospiracaealas familias se agotaron constantemente en pacientes con Enfermedad intestinal inflamatoria (1,7).

También vemos un aumento en la prevalencia de géneros que contienen organismos a menudo asociados con un pH más bajo y niveles más altos de oxígeno en el intestino superior, como Lactobacillaceae y Enterobacteriaceae, en pacientes con diarrea (38).

El potencial de los probióticos para erradicar el transporte intestinal de enterobacterias patogénicas o resistentes a los antimicrobianos (39), se denota al dar suplementos probióticos que pueden disminuir las Enterobacterales potencialmente patógenas en el intestino, pero no logran erradicarlas (38).

Así, los lactobacilos son capaces de prevenir los daños intestinales provocados por determinadas infecciones bacterianas. Se ha demostrado que los probióticos Lactobacillus inhiben el desarrollo de infecciones por bacterias patógenas, como C. difficile y C. perfringens, Campylobacter jejuni (40,41).

Si bien no todos los géneros dentro de Ruminococcacaea y Lachnospiracaea son productores verificados de ácidos grasos de cadena corta. Se entiende que los probióticos son efectivos para la prevención de la infección por Clostridium difficile (42,43).

La evidencia general describe que la  Proteobacteria aumenta en prevalencia en pacientes con diarrea, con una disminución concomitante en la abundancia relativa de Bacteroidetes y algunos Firmicutes (38). Los probióticos pueden prevenir la infección por Clostridium difficile, una de las principales infecciones asociadas con la atención médica en los Estados Unidos y latino america (44,45).

¿Bien documentado esta la microbiota del ser humano?

Más de 1000 estudios clínicos con probióticos, registrados en ClinicalTrials.gov y/o en la Plataforma de Registro Internacional de Ensayos Clínicos de la Organización Mundial de la Salud, han abordado más de 700 enfermedades y afecciones diferentes. El tamaño promedio de un ensayo clínico con probióticos (74 participantes) es comparable al promedio general de todos los estudios en ClincialTrials.gov. Lactobacillus rhamnosus GG (LGG) y Bifidobacterium animalis ssp. lactis BB12 son las cepas probióticas más estudiadas.

El 1 de agosto de 2019, la base de datos ClinicalTrials.gov contenía 1341 estudios que podían recuperarse utilizando el término de búsqueda “probióticos”. A modo de comparación, durante este mismo período, “microbiota” produjo 2151 estudios y “prebióticos” 342 estudios. La mayoría de los estudios de probióticos en ClinicalTrials.gov está registrado en EE. UU. o Europa (56 %). Demuestran beneficios relativos de acuerdo al paciente y sus condiciones fisiológicas (46,47).

Si bien el registro de los estudios de probióticos puede mejorarse, no parecen ser muy diferentes de los estudios registrados en general en términos de tamaño, inclusión de niños y ancianos, y publicación en la literatura científica. Lactobacillus rhamnosus GG (LGG) y Bifidobacterium animalis ssp. lactis BB12 son las cepas probióticas más estudiadas (46,48).

Lactobacillus rhamnosusGG (LGG) es una de las cepas probióticas más utilizadas. Varios efectos sobre la salud están bien documentados, incluida la prevención y el tratamiento de infecciones gastrointestinales y diarrea, y la estimulación de respuestas inmunitarias que promueven la vacunación o incluso previenen ciertos síntomas alérgicos (48–50).

Sin embargo, no todos los estudios de intervención podrían mostrar un beneficio clínico e incluso para las mismas condiciones, los resultados no son unívocos. Claramente, el fenotipo del huésped gobernado por la edad, la genética y los factores ambientales, como la microbiota endógeno, juega un papel en si los individuos responden o no (49,50).

No se debe pasar por alto que estos productos deben tener seguimiento. Los nuevos hallazgos sobre los riesgos de los probióticos de venta libre en pacientes en estado crítico subrayan la necesidad de terapias dirigidas al ecosistema intestinal que se basen en la eficacia en un contexto específico de enfermedad y huésped (48,49).

Aunque los probióticos generalmente se consideran seguros, se ha planteado la preocupación de que la administración de estos organismos vivos podría contribuir a la resistencia a los antibióticos a través de la transferencia horizontal de genes de resistencia a los antibióticos en el entorno gastrointestinal (49).

La microbiota intestinal durante el desarrollo del cáncer de pulmón:

Los análisis demuestran que el sistema biológico de un paciente con cáncer que se compare con el grupo sano, resalta que las acciones celulares de transporte y metabolismo de los carbohidratos en el microbioma intestinal de la población con cáncer son menores (32,51). Además, se encuentran con el número de Firmicutes intestinal y la proporción de Firmicutes/Bacteroidetes disminuyeron significativamente, este microorganismo “Firmicutes” jugó un papel importante en el proceso del metabolismo energético en el cuerpo humano (52,53). Puede convertir los carbohidratos y proteínas no digeridos en ácido acético y luego proporcionar energía (54).

La disminución de la abundancia de Firmicutes intestinales compromete el metabolismo del almidón, sacarosa y la vía de las pentosas fosfato (55,56). Si un ecosistema intestinal tiene disminución de Firmicutes intestinales afectará el metabolismo de la fructosa y la manosa, la galactosa, y la interconversión de las pentosas y el ácido glucurónico (57). Estos hallazgos sugieren que los cambios en la microbiota intestinal alteran las vías del metabolismo energético en el cáncer de pulmón entre otros (51,58).

En la investigación existen ahora una gama más amplia de estudios sobre las vías metabólicas del ecosistema intestinal en pacientes con cáncer de pulmón y demás (51,59). En estudios posteriores, las proteínas relacionadas con la transcripción, la secreción de bilis y el alargamiento de los ácidos grasos mitocondriales aumentaron, mientras que las vías asociadas con proteínas motoras bacterianas, tales como la quimiotaxis bacteriana, la biosíntesis de flavonoides y flavonol, la apoptosis y los receptores acoplados a proteína G disminuyeron (60,61). Estos datos sugieren que efectivamente existe una reprogramación metabólica de la microbiota intestinal durante el desarrollo del cáncer de pulmón, vejiga y colon (58,62).

Fusobacterium nucleatum:

Sin embargo, una serie de residentes bacterianos del microbioma humano ahora están emergiendo como posibles microbios causantes de cáncer. Ejemplos notables bajo investigación actual incluyen: Fusobacterium nucleatum en cáncer colorrectal (CRC) (1,6). La infección por Fusobacterium nucleatum es frecuente en el carcinoma colorrectal humano, F. nucleatum es un anaerobio invasivo que se ha relacionado previamente con la periodontitis y la apendicitis, pero no con el cáncer (63).

Las fusobacterias son constituyentes poco frecuentes de una microbiota fecal, pero se han cultivado previamente a partir de biopsias de la mucosa intestinal inflamada. Obtuvimos un aislado de Fusobacterium de un espécimen tumoral congelado; esto mostró la mayor similitud de secuencia con un aislado de mucosa intestinal conocido y se confirmó que era invasivo (63,64).

Se sabe que hay posibles microbios causantes o promotores de cáncer. Porphyromonas gingivalisen el cáncer de páncreas (CP) y el cáncer oral. La portación de patógenos orales, Porphyromonas gingivalis y Aggregatibacter actinomycetemcomitans, se asoció con un mayor riesgo de cáncer de páncreas (65,66). El Bacteroides fragilis enterotoxigénico ha recibido una atención significativa por una posible asociación o un papel causal en el cáncer colorrectal (CCR) (65–67).

Helicobacter Pylori:

Se reconoce al antígeno A asociado a la citotoxina de H. pylori es el principal factor oncogénico inyectado en las células huésped de las bacterias y altera las funciones de las células epiteliales. Esto deja claro que la bacteria Helicobacter pylori es oncogénica (68).

Alta prevalencia de E. coli asociada a la mucosa que produce ciclomodulina y genotoxina en el cáncer de colon. En conclusión, las E. coli productoras de ciclomodulina, colonizan la mucosa colónica de pacientes con cáncer colorrectal (68).

La disbiosis puede ser causada por infección y colonización por H. pylori. Durante la colonización, las adhesinas producidas y los factores de virulencia entregados por H. pylori pueden debilitar las interacciones entre otras bacterias. (69,70).

Esta bacteria produce una toxina llamada CagA que se inyecta en las uniones donde se unen las células del revestimiento del estómago. Una vez dentro de las células, CagA puede hacer que se vuelvan cancerosas al eliminar los controles sobre el crecimiento celular y mejorar la motilidad celular (71).

Virus del Papiloma Humano:

Se reconoce que el virus del papiloma humano causa cáncer. Los virus del papiloma humano (VPH) son virus de ADN de doble cadena (dsDNA) que pertenecen a la familia Papillomaviridae. Las infecciones por VPH son principalmente de transmisión sexual y son particularmente frecuentes en la población mundial con prevalencia en mujeres menores de 25 años (17%) (72,73).

De la misma manera, el VPH de alto riesgo puede producir cambios celulares llamados precánceres cuando permanece e infecta las células de la vulva, la vagina, el pene o el ano. Estos cambios podrán derivar en cáncer si no se detectan y eliminan en forma oportuna. La microbiota vaginal podría jugar un papel importante en la infección por VPH y en la génesis de los tumores cervicales causados ​​por el VPH. Además, las bacterias están fuertemente asociadas con la inflamación vaginal y las mutaciones oncogénicas en las células humanas (73,74).

Los Firmicutes fueron el filo más abundante, con un 90,7 % y un 87,4 % en el grupo de control (VPH negativo) y en el grupo infectado por VPH (VPH positivo), respectivamente (73). El análisis de las clases de bacterias reveló la presencia abundante de Gammaproteobacteria en pacientes VPH positivos (72,73).

Las hormonas femeninas tienen un impacto crítico en la diversidad microbiana vaginal. La reducción de estrógenos en la menopausia altera el microbioma vaginal a través de la atrofia de la mucosa y la consiguiente Lactobacillus spp (73). agotamiento y aumento de la diversidad (11).

VSL#3 alimento médico:

Recientemente que L. rhamnosus GG no mostró efectos beneficiosos en pacientes con Enfermedad intestinal inflamatoria. Los efectos clínicos de los probióticos para la enfermedad inflamatoria intestinal. VSL#3 es el único probiótico considerado como un tipo de alimento médico, tiene un efecto protector sobre la función de barrera intestinal, que es una de las funciones importantes para el tratamiento de múltiples enfermedades crónicas (75,76).

VSL#3 es el único probiótico que participa principalmente en la regulación de la función de barrera intestinal, incluida la mejora de la función de la proteína de unión estrecha, el equilibrio de la composición microbiana intestinal, la regulación de la expresión de citoquinas relacionadas con el sistema inmunitario (75,76).

VSL#3 es una mezcla probiótica comercial que consta de ocho cepas bacterianas: Cuatro cepas de Lactobacillus (Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus plantarum, Lactobacillus casei y Lactobacillus delbrueckii subspecies bulgaricus), tres cepas de Bifidobacterium (Bifidobacterium breve, Bifidobacterium longum y Bifidobacterium infantis), y una cepa de Streptococcus (Streptococcus salivarius subespecie thermophilus) (75,76).

Diferentes tipos de cepas bacterianas ejercen diferentes efectos. Se prevé que los grupos de genes de S. thermophilus codifiquen la mayoría de los sistemas de defensa (75).

Se prevé que los grupos de genes de Bifidobacterium codifiquen pili de adherencia estrecha para promover la integridad de la barrera intestinal, y se prevé que los genomas de Lactobacillus codifiquen proteínas de señalización (14).

DISCUSIÓN:

El papel de la microbiota también está establecido en la carcinogénesis según varios hallazgos recientes. Los efectos de la microbiota sobre el cáncer no solo se limitan a su contribución en la oncogénesis, sino que también se ve afectada por la microbiota la susceptibilidad general a la oncogénesis y su progresión posterior, el desarrollo de coinfecciones y la respuesta a la terapia contra el cáncer.

La información sobre la microbiota y las contribuciones posteriores de los microbios en la respuesta contra el cáncer motivó a los investigadores a desarrollar terapias contra el cáncer basadas en microbios.

DISCUSSION:

The role of the microbiota is also established in carcinogenesis according to several recent findings. The effects of the microbiota on cancer are not only limited to its contribution to oncogenesis, but also the general susceptibility to oncogenesis and its subsequent progression, the development of co-infections and the response to anti-cancer therapy. cancer.

Insights into the microbiota and the subsequent contributions of microbes in the anti-cancer response motivated researchers to develop microbe-based anti-cancer therapies.

CONCLUSIÓN:

Comprender los factores que subyacen a los cambios en la composición y función del microbiota intestinal ayudará en el diseño de terapias dirigidas a ella. Este objetivo es formidable. Los probióticos a nivel intestinal es inmensamente diversa, varía entre individuos y puede fluctuar con el tiempo, especialmente durante la enfermedad y el desarrollo temprano.

Reconocer el microbiota desde una perspectiva ecológica podría proporcionar información sobre cómo promover la salud dirigiéndose a esta comunidad microbiana en los tratamientos clínicos. En un huésped genéticamente susceptible, se cree que los desequilibrios en las interacciones microbiota-inmunidad en contextos ambientales definidos contribuyen a la patogenia de una multitud de trastornos inmunomediados.

CONCLUSION:

Understanding the factors underlying changes in the composition and function of the intestinal microbiota will help in the design of therapies directed at it. This objective is formidable. Probiotics at the intestinal level is immensely diverse, varies between individuals and can fluctuate over time, especially during disease and early development.

Recognizing the microbiota from an ecological perspective could provide insights into how to promote health by targeting this microbial community in clinical treatments. In a genetically susceptible host, imbalances in microbiota-immunity interactions in defined environmental contexts are believed to contribute to the pathogenesis of a multitude of immune-mediated disorders.

DECLARACIÓN DE TRANSPARENCIA:

El autor declara que el contenido de este trabajo es original y no ha sido publicado previamente ni está enviado ni sometido a consideración a cualquier otra publicación, en su totalidad o en alguna de sus partes.

CONFLICTO DE INTERESES:

Los autores declaran que no existe conflicto de intereses.

FINANCIACIÓN:

El autor declara que no existe financiación.

PUBLICACIÓN:

El presente no ha sido presentado como comunicación oral-escrita en ningún congreso o evento científico.

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