revista sanum
ISSN: 2530-5468
Vol. 5. Núm. 4. Octubre 2021.

SANUM científico-sanitaria es una revista digital de publicación trimestral, con artículos científicos de interés para el desarrollo de las diferentes áreas sanitarias profesionales. La revista publica artículos originales, inéditos; los cuales son evaluados por el comité editorial y científico.

Los trabajos deben cumplir las normas de calidad, validez y rigor científico para promover la difusión del conocimiento científico.

SANUM es la revista científica sanitaria y de expresión de la Federación de los Servicios Públicos de UGT Andalucía, del sector de salud, sociosanitaria y dependencia.

SANUM es una revista de acceso abierto (Open Access). Todos los artículos son accesibles de forma inmediata y permanente para facilitar su lectura y su descarga. En este proceso de Open Access está incluido el auto-archivo para los autores de los artículos publicados para su inclusión en repositorios.

La revista se distribuye con la licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional (CC BY-NC-ND 4.0)

La revista SANUM está incluida en el gestor bibliográfico MENDELEY.

SANUM ha obtenido la firma DORA (Declaración de San Francisco que promueve una valoración de la investigación basada en la calidad misma de la investigación).

La publicación de la revista SANUM se lleva a cabo trimestralmente en la última semana de los meses de enero, abril, julio y octubre.

SANUM publica artículos en español, inglés y portugués.

REPOSITORIO (Sanum-re): La revista SANUM dispone de un repositorio como espacio único y abierto donde se reúne toda la producción intelectual y científica generada por los profesionales que envían sus trabajos a la revista científica SANUM.

 
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ISSN: 2530-5468
Vol. 5. Núm. 4. Octubre 2021.
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EL IMPACTO DE LA COVID-19 EN ÁREAS DE SOPORTE NO ASISTENCIALES EN CENTROS HOSPITALARIOS
THE IMPACT OF COVID-19 ON NON-WELFARE ACTIVITIES IN HOSPITALS
Javier Medina Barrio. Responsable Servicio de textil y área de Gestión ambiental. Técnico función administrativa en Subdirección Económica; Procesos de soporte. Hospital Universitario Virgen Macarena, Sevilla.
Sanum. nº4, vol.5,(2021) páginas 4 - 6.
Este artículo ha recibido 1141 visitas


    
Texto Completo

La COVID19 ha puesto a prueba las organizaciones sanitarias del país, siendo necesaria una enorme capacidad de adaptación y reorganización de los procesos, asistenciales y no asistenciales, tales como:
    1. Adaptación de espacios a pacientes positivos-sospechosos en COVID19 (urgencias, hospitalización, UCI, quirófanos, pruebas diagnósticas)
    2. Dotación de EPIs y contenedores a los profesionales
    3. Reorganización de circuitos en limpios y sucios COVID-19 (urgencias, hospitalización, UCI, traslados…)
    4. Modificación o creación de nuevos protocolos de trabajo (PRL, limpieza, enfermería, Medicina preventiva…)
De forma paralela a estas cuestiones, la pandemia ha generado un enorme aumento de la carga asistencial en las unidades relacionadas con la atención a estos pacientes, especialmente en las olas posteriores a la primera, ya que fue necesario absorber dicho aumento de actividad de forma adicional a una reactivación “normal” de la actividad habitual del centro sanitario en zonas no específicas para pacientes COVID 19.
No obstante, y como ocurre con cualquier tipo de alteración (al alza o a la baja) de la actividad asistencial, la COVID-19 ha supuesto una enorme repercusión en los servicios y unidades que conforman al denominado Servicio de Soporte (o también conocido como Servicios Generales), “SSGG” en adelante.
Estos SSGG, de carácter no asistencial, están formados por una serie de departamentos en mayor o menor medida interrelacionados entre sí y, a su vez, con las áreas asistenciales del centro. Aunque la denominación, funciones concretas y dependencia orgánica a nivel directivo no pueden sentenciarse categóricamente -dado que éstas varían según el tamaño y características del centro sanitario en cuestión- podríamos afirmar con prudente certeza que, al menos, suelen incluirse las siguientes en los centros del Servicio Sanitario Público de Andalucía (SSPA en adelante):
    • Servicios de limpieza y desinfección
    • Gestión ambiental
    • Mantenimiento y electromedicina
    • Proyectos y obras
    • Textil (conocido habitualmente como lencería)
    • Alimentación
    • Celadores
    • Seguridad
    • Prevención de Riesgos Laborales
A modo de resumen, en la siguiente tabla se resumen las implicaciones de estos servicios en la gestión de la pandemia, así como de los retos más habituales que han tenido que afrontar:

Servicios de limpieza y desinfección

Limpieza de alas de hospitalización de pacientes positivos/sospechosos

Aunque no siempre es conocida, es cierto que la pandemia ha servido para visibilizar la importancia que tiene la Sanidad Pública y todos los profesionales que la conforman, tanto asistenciales como no asistenciales. En el caso del Servicio de limpieza, se ha demostrado que se trata de personal en primera línea de riesgo y que son esenciales para asegurar un óptimo nivel de seguridad y salubridad en los centros sanitarios. Así, son el personal que realiza la limpieza de las habitaciones, de los BOX de UCI o de los quirófanos donde se realizan los actos sanitarios con los pacientes COVID-19, siendo evidente el nivel de riesgo – sobre el que se actúa a través de técnicas como los Equipos de Protección Individual homologados (“EPIs” en adelante), la técnica del compañero espejo, etc.- que han asumido en el desarrollo de su labor durante las distintas olas de la pandemia. Es conveniente remarcar que dichas funciones vienen contempladas legalmente en los contratos correspondientes, pero también es cierto que la incertidumbre y desconocimiento vividos especialmente en la primera ola de la pandemia a nivel global, supusieron factores importantes de riesgo y estrés para todos los profesionales que desarrollaron presencialmente su actividad.

Gestión ambiental

Organización de gestión de residuos infecciosos

Los residuos generados por pacientes COVID-19 deben ser depositados según la normativa en vigor en los contenedores destinados a residuos infecciosos (en el SSPA, contenedor verde, bolsa roja interior)
El enorme consumo de EPIs por los profesionales de diversas categorías, ha supuesto un reto de gran complejidad para los responsables de Gestión ambiental de los centros, toda vez que hablamos de incrementos en el uso de contenedores de hasta un 1000% (en centros hospitalarios principalmente). Bajando a números enteros: un centro que generaba 50 contenedores verdes al día ha llegado a generar entre 300 y 350 cada día.
Como se puede imaginar con tales cifras, esto supuso varios impactos: falta de espacio físico para el almacenamiento de contenedores, problemas de los gestores de residuos peligrosos para asimilar la gestión de los residuos de los centros sanitarios -ya que estas instalaciones no pueden ampliarse fácilmente, requieren de permisos y de un proceso largo de legalización, así como importantes inversiones-, escasez de contenedores suficientes ( de media un paciente ingresado necesita entre 2 y 4 contenedores por día, según si es hospitalizado en planta o en UCI; en grandes hospitales se han llegado a cifras cercanas a 80-100 ingresados COVID-19…Hagan cuentas). Se estima en cifras cercanas a los 800.000 euros el incremento del coste de la gestión de residuos de todo el SSPA generado por la COVID-19

Mantenimiento y electromedicina

Realización de trabajos en habitaciones y box UCI positivos/sospechosos

Mantenimientos externos de aparataje (especialmente durante primer confinamiento)

La realización de los mantenimientos (preventivos o correctivos) en áreas COVID19 fue complejo, especialmente en la primera ola, donde los protocolos se revisaban y mejoraban a la luz de nuevos conocimientos y normativas nacionales o sectoriales. La falta o dilatación de estos mantenimientos puede redundar negativamente en la durabilidad de los equipos e instalaciones del centro.
Algunas inspecciones reglamentarias se vieron aplazadas durante el confinamiento (de hecho, se publicó normativa extendiendo de forma extraordinaria el plazo legal de las inspecciones reglamentarias por causa del primer estado de alarma, la Orden SND/325/2020, de 6 de abril), hasta 30 días naturales después del decaimiento de dicho estado de alarma. Esto supuso un importante reto de puesta al día de verificaciones una vez llegado ese momento.

Proyectos y obras

Ejecución de gran número de obras en tiempo récord (especialmente durante verano 2020) para mejorar/ampliar estancias relacionadas con la COVID-19 u otras mejoras estructurales

La llegada de fondos europeos de emergencia impulsó la realización de obras de adaptación del hospital a la pandemia (nuevos circuitos en urgencias “respiratorio” para sospechas COVID-19, nuevos BOX UCI, habitaciones de aislamiento con esclusas, etc.). Asimismo, se han mejorado accesos y otros circuitos y estancias de unidades relacionadas con la gestión (atención al ciudadano, laboratorios, quirófanos…)
La ejecución de obras, especialmente en grandes proyectos, requiere de una gran cantidad de documentación técnico legal, proyectos de arquitectura, dirección facultativa y de obra, legalización de instalaciones, bioseguridad, etc. Lo que ha supuesto un incremento de la carga de trabajo sobre los servicios técnicos de los centros sanitarios.

Textil
(Conocido habitualmente como lencería)

Absorber un aumento de actividad de determinadas prendas (almohadas y ropa plana y de paciente en general)

Asegurar suministro de uniformidad desechable en las zonas en las que se utilice

En esta unidad ha sido necesario buscar nuevos espacios donde almacenar determinados elementos (como uniformes desechables o almohadas) ya que han visto incrementado su consumo de forma directa por la pandemia. Por otro lado, se han sufrido, especialmente en la primera y segunda ola, escasez y problemas de abastecimiento para algunas prendas.

Alimentación

Establecer un protocolo seguro de preparación (cocina) y distribución de alimentación en zonas de hospitalización COVID19

Los pacientes ingresados positivos o sospechosos de COVID-19 han recibido regularmente las bandejas de desayuno, comida merienda y cena, como no podía ser de otra forma. Para ello, ha sido necesario establecer protocolos conjuntos con enfermería para desarrollar esta función con el mínimo riesgo posible. Dado que se utilizan en muchas ocasiones bandejas y material desechable en aislamientos, esto supuso también un incremento de residuos, comentado en arriba en este mismo artículo.

Celadores

Protocolos de trabajo en traslados de pacientes sospechosos/positivos COVID-19 (especialmente en puerta de urgencias y pases a planta)

El personal celador ha sido clave igualmente a lo largo de la gestión de la pandemia. Esto es, porque son parte implicada en diversas partes del proceso: traslado de pacientes y de muestras/documentación. Asimismo, al tener un contacto relativamente estrecho con el paciente en los traslados y estrecho en las movilizaciones, han estado sometidos a incertidumbre y estrés especialmente durante las primeras fases de la pandemia.

Seguridad

Gestión de circuitos de acceso y salida para pacientes y profesionales.

Este servicio ha estado implicado en la reorganización y control de circuitos (urgencias, consultas externas o procedimientos diagnósticos), por lo que se ha visto igualmente incrementada la complejidad de las funciones y ha sido necesaria una rápida adaptación a las nuevas necesidades que han ido surgiendo con la pandemia: mayor exigencia en los controles de acceso principales, con circuitos diferenciados de entrada y salida. Especialmente relevante ha sido la necesidad de mayor control de aforo y flujos en las zonas de consultas externas, donde antes acudían los usuarios y acompañantes de forma masiva en accesos y salas de espera, ahora era necesario que solo accediese el paciente sin acompañante, lo que implícitamente implicaba la necesidad de implantar un sistema de control de turnos de citas exigente, tanto digital (turnómetro o semejante) como con personal de seguridad para evitar accesos no autorizados.

CONCLUSIONES

El incremento de recursos necesarios para responder a la pandemia genera impactos económicos, sociales y ambientales de gran envergadura.
Si bien la gestión asistencial suele ser de sobra conocida y visible por la ciudadanía, la gestión de los SSGG no siempre lo es. Como se ha podido comprobar durante la pandemia, estos SSGG son clave para un adecuado desarrollo de la función asistencial, como soporte a ésta, dotándole de las herramientas y medios materiales y humanos que permitan, en adecuada coordinación entre áreas asistenciales y no asistenciales, una óptima, eficaz y eficiente atención sanitaria a la ciudadanía.
El funcionamiento de un centro sanitario depende de un gran número y variedad de servicios, internos y externos, de carácter asistencial y no asistencial, que conforman la base de nuestro sistema sanitario público.

 

EL IMPACTO DE LA COVID-19 EN ÁREAS DE SOPORTE NO ASISTENCIALES EN CENTROS HOSPITALARIOS
THE IMPACT OF COVID-19 ON NON-WELFARE ACTIVITIES IN HOSPITALS
Javier Medina Barrio. Responsable Servicio de textil y área de Gestión ambiental. Técnico función administrativa en Subdirección Económica; Procesos de soporte. Hospital Universitario Virgen Macarena, Sevilla.
Sanum. nº4, vol.5,(2021) páginas 4 - 6.
Este artículo ha recibido 1141 visitas


    
Texto Completo

La COVID19 ha puesto a prueba las organizaciones sanitarias del país, siendo necesaria una enorme capacidad de adaptación y reorganización de los procesos, asistenciales y no asistenciales, tales como:
    1. Adaptación de espacios a pacientes positivos-sospechosos en COVID19 (urgencias, hospitalización, UCI, quirófanos, pruebas diagnósticas)
    2. Dotación de EPIs y contenedores a los profesionales
    3. Reorganización de circuitos en limpios y sucios COVID-19 (urgencias, hospitalización, UCI, traslados…)
    4. Modificación o creación de nuevos protocolos de trabajo (PRL, limpieza, enfermería, Medicina preventiva…)
De forma paralela a estas cuestiones, la pandemia ha generado un enorme aumento de la carga asistencial en las unidades relacionadas con la atención a estos pacientes, especialmente en las olas posteriores a la primera, ya que fue necesario absorber dicho aumento de actividad de forma adicional a una reactivación “normal” de la actividad habitual del centro sanitario en zonas no específicas para pacientes COVID 19.
No obstante, y como ocurre con cualquier tipo de alteración (al alza o a la baja) de la actividad asistencial, la COVID-19 ha supuesto una enorme repercusión en los servicios y unidades que conforman al denominado Servicio de Soporte (o también conocido como Servicios Generales), “SSGG” en adelante.
Estos SSGG, de carácter no asistencial, están formados por una serie de departamentos en mayor o menor medida interrelacionados entre sí y, a su vez, con las áreas asistenciales del centro. Aunque la denominación, funciones concretas y dependencia orgánica a nivel directivo no pueden sentenciarse categóricamente -dado que éstas varían según el tamaño y características del centro sanitario en cuestión- podríamos afirmar con prudente certeza que, al menos, suelen incluirse las siguientes en los centros del Servicio Sanitario Público de Andalucía (SSPA en adelante):
    • Servicios de limpieza y desinfección
    • Gestión ambiental
    • Mantenimiento y electromedicina
    • Proyectos y obras
    • Textil (conocido habitualmente como lencería)
    • Alimentación
    • Celadores
    • Seguridad
    • Prevención de Riesgos Laborales
A modo de resumen, en la siguiente tabla se resumen las implicaciones de estos servicios en la gestión de la pandemia, así como de los retos más habituales que han tenido que afrontar:

Servicios de limpieza y desinfección

Limpieza de alas de hospitalización de pacientes positivos/sospechosos

Aunque no siempre es conocida, es cierto que la pandemia ha servido para visibilizar la importancia que tiene la Sanidad Pública y todos los profesionales que la conforman, tanto asistenciales como no asistenciales. En el caso del Servicio de limpieza, se ha demostrado que se trata de personal en primera línea de riesgo y que son esenciales para asegurar un óptimo nivel de seguridad y salubridad en los centros sanitarios. Así, son el personal que realiza la limpieza de las habitaciones, de los BOX de UCI o de los quirófanos donde se realizan los actos sanitarios con los pacientes COVID-19, siendo evidente el nivel de riesgo – sobre el que se actúa a través de técnicas como los Equipos de Protección Individual homologados (“EPIs” en adelante), la técnica del compañero espejo, etc.- que han asumido en el desarrollo de su labor durante las distintas olas de la pandemia. Es conveniente remarcar que dichas funciones vienen contempladas legalmente en los contratos correspondientes, pero también es cierto que la incertidumbre y desconocimiento vividos especialmente en la primera ola de la pandemia a nivel global, supusieron factores importantes de riesgo y estrés para todos los profesionales que desarrollaron presencialmente su actividad.

Gestión ambiental

Organización de gestión de residuos infecciosos

Los residuos generados por pacientes COVID-19 deben ser depositados según la normativa en vigor en los contenedores destinados a residuos infecciosos (en el SSPA, contenedor verde, bolsa roja interior)
El enorme consumo de EPIs por los profesionales de diversas categorías, ha supuesto un reto de gran complejidad para los responsables de Gestión ambiental de los centros, toda vez que hablamos de incrementos en el uso de contenedores de hasta un 1000% (en centros hospitalarios principalmente). Bajando a números enteros: un centro que generaba 50 contenedores verdes al día ha llegado a generar entre 300 y 350 cada día.
Como se puede imaginar con tales cifras, esto supuso varios impactos: falta de espacio físico para el almacenamiento de contenedores, problemas de los gestores de residuos peligrosos para asimilar la gestión de los residuos de los centros sanitarios -ya que estas instalaciones no pueden ampliarse fácilmente, requieren de permisos y de un proceso largo de legalización, así como importantes inversiones-, escasez de contenedores suficientes ( de media un paciente ingresado necesita entre 2 y 4 contenedores por día, según si es hospitalizado en planta o en UCI; en grandes hospitales se han llegado a cifras cercanas a 80-100 ingresados COVID-19…Hagan cuentas). Se estima en cifras cercanas a los 800.000 euros el incremento del coste de la gestión de residuos de todo el SSPA generado por la COVID-19

Mantenimiento y electromedicina

Realización de trabajos en habitaciones y box UCI positivos/sospechosos

Mantenimientos externos de aparataje (especialmente durante primer confinamiento)

La realización de los mantenimientos (preventivos o correctivos) en áreas COVID19 fue complejo, especialmente en la primera ola, donde los protocolos se revisaban y mejoraban a la luz de nuevos conocimientos y normativas nacionales o sectoriales. La falta o dilatación de estos mantenimientos puede redundar negativamente en la durabilidad de los equipos e instalaciones del centro.
Algunas inspecciones reglamentarias se vieron aplazadas durante el confinamiento (de hecho, se publicó normativa extendiendo de forma extraordinaria el plazo legal de las inspecciones reglamentarias por causa del primer estado de alarma, la Orden SND/325/2020, de 6 de abril), hasta 30 días naturales después del decaimiento de dicho estado de alarma. Esto supuso un importante reto de puesta al día de verificaciones una vez llegado ese momento.

Proyectos y obras

Ejecución de gran número de obras en tiempo récord (especialmente durante verano 2020) para mejorar/ampliar estancias relacionadas con la COVID-19 u otras mejoras estructurales

La llegada de fondos europeos de emergencia impulsó la realización de obras de adaptación del hospital a la pandemia (nuevos circuitos en urgencias “respiratorio” para sospechas COVID-19, nuevos BOX UCI, habitaciones de aislamiento con esclusas, etc.). Asimismo, se han mejorado accesos y otros circuitos y estancias de unidades relacionadas con la gestión (atención al ciudadano, laboratorios, quirófanos…)
La ejecución de obras, especialmente en grandes proyectos, requiere de una gran cantidad de documentación técnico legal, proyectos de arquitectura, dirección facultativa y de obra, legalización de instalaciones, bioseguridad, etc. Lo que ha supuesto un incremento de la carga de trabajo sobre los servicios técnicos de los centros sanitarios.

Textil
(Conocido habitualmente como lencería)

Absorber un aumento de actividad de determinadas prendas (almohadas y ropa plana y de paciente en general)

Asegurar suministro de uniformidad desechable en las zonas en las que se utilice

En esta unidad ha sido necesario buscar nuevos espacios donde almacenar determinados elementos (como uniformes desechables o almohadas) ya que han visto incrementado su consumo de forma directa por la pandemia. Por otro lado, se han sufrido, especialmente en la primera y segunda ola, escasez y problemas de abastecimiento para algunas prendas.

Alimentación

Establecer un protocolo seguro de preparación (cocina) y distribución de alimentación en zonas de hospitalización COVID19

Los pacientes ingresados positivos o sospechosos de COVID-19 han recibido regularmente las bandejas de desayuno, comida merienda y cena, como no podía ser de otra forma. Para ello, ha sido necesario establecer protocolos conjuntos con enfermería para desarrollar esta función con el mínimo riesgo posible. Dado que se utilizan en muchas ocasiones bandejas y material desechable en aislamientos, esto supuso también un incremento de residuos, comentado en arriba en este mismo artículo.

Celadores

Protocolos de trabajo en traslados de pacientes sospechosos/positivos COVID-19 (especialmente en puerta de urgencias y pases a planta)

El personal celador ha sido clave igualmente a lo largo de la gestión de la pandemia. Esto es, porque son parte implicada en diversas partes del proceso: traslado de pacientes y de muestras/documentación. Asimismo, al tener un contacto relativamente estrecho con el paciente en los traslados y estrecho en las movilizaciones, han estado sometidos a incertidumbre y estrés especialmente durante las primeras fases de la pandemia.

Seguridad

Gestión de circuitos de acceso y salida para pacientes y profesionales.

Este servicio ha estado implicado en la reorganización y control de circuitos (urgencias, consultas externas o procedimientos diagnósticos), por lo que se ha visto igualmente incrementada la complejidad de las funciones y ha sido necesaria una rápida adaptación a las nuevas necesidades que han ido surgiendo con la pandemia: mayor exigencia en los controles de acceso principales, con circuitos diferenciados de entrada y salida. Especialmente relevante ha sido la necesidad de mayor control de aforo y flujos en las zonas de consultas externas, donde antes acudían los usuarios y acompañantes de forma masiva en accesos y salas de espera, ahora era necesario que solo accediese el paciente sin acompañante, lo que implícitamente implicaba la necesidad de implantar un sistema de control de turnos de citas exigente, tanto digital (turnómetro o semejante) como con personal de seguridad para evitar accesos no autorizados.

CONCLUSIONES

El incremento de recursos necesarios para responder a la pandemia genera impactos económicos, sociales y ambientales de gran envergadura.
Si bien la gestión asistencial suele ser de sobra conocida y visible por la ciudadanía, la gestión de los SSGG no siempre lo es. Como se ha podido comprobar durante la pandemia, estos SSGG son clave para un adecuado desarrollo de la función asistencial, como soporte a ésta, dotándole de las herramientas y medios materiales y humanos que permitan, en adecuada coordinación entre áreas asistenciales y no asistenciales, una óptima, eficaz y eficiente atención sanitaria a la ciudadanía.
El funcionamiento de un centro sanitario depende de un gran número y variedad de servicios, internos y externos, de carácter asistencial y no asistencial, que conforman la base de nuestro sistema sanitario público.